Los cálidos gorros para sobrevivir al invierno ruso
En Rusia abundan los gorros para pasar el frío invierno. Descubre cuáles son los más famosos.
Un abrigado gorro invernal, llamado shapka en ruso, es un elemento esencial del traje de invierno en Rusia. De hecho, los rusos no llevan shapkas con camisetas, como se muestra en la película de Hollywood Armageddon. Pero en el país abundan los sombreros de todo tipo; la gama de materiales, diseños y patrones es casi infinita.
El sombrero ruso de invierno más famoso es la ushanka, un grueso y cálido gorro con piezas para cubrir las orejas. El diseño se remonta al siglo XVII, cuando alguien inventó las treuj (literalmente, “tres orejas”). El treuj es un gorro redondo de piel, normalmente hecho de piel de oveja, con una gran pieza en la parte trasera que cubre el cuello hasta los hombros y otras dos, más pequeñas, que tapan las orejas.
Para protección extra contra el viento y el frío glacial, las piezas laterales pueden tener tiras para atar bajo la barbilla. El treuj era especialmente popular en la Rusia central y septentrional, donde los inviernos son particularmente fríos y húmedos. Puede parecer sorprendente, pero en realidad los inviernos son menos terribles en Siberia que en Moscú: en Siberia se alcanzan temperaturas más bajas, pero la ausencia de humedad hace que la sensación térmica sea mayor y las hace más llevaderas.
El diseño moderno de la ushanka es relativamente reciente. Tras la Revolución bolchevique de 1917, a las unidades del Ejército Blanco, capitaneadas por el general Kolchak, se les proporcionaron unos prácticos gorros llamados norvezhka (literalmente “noruegos”). Como su propio nombre indica, el diseño fue inventado por los conquistadores noruegos del norte. La principal diferencia con el treuj es que las piezas que cubren las orejas son mucho más largas, por lo que pueden atarse bajo la barbilla para mantenerse aún más caliente, o encima de la cabeza para apartarlas cuando no hace tanto frío. El Ejército Rojo enseguida copió el práctico diseño.
Durante el periodo en el que Rusia luchó en la Segunda Guerra Mundial, de 1941 a 1945, fábricas de piel enteras fueron presionadas para fabricar solamente ushankas que cubriesen las necesidades del Ejército Rojo. En la actualidad, varios cuerpos de seguridad rusos todavía llevan ushankas en su uniforme, de diversos colores y diseños: gris para la policía, negro para la Marina... El código del uniforme militar requiere que las piezas laterales estén siempre recogidas hacia arriba, como gesto de urbanidad. Los soldados que tienen que hacer largas horas de guardia o patrullar en el frío polar han encontrado una solución al problema: llevan ushankas un par de tallas más grandes. Su cabeza desaparece casi por completo dentro de estos gorros, pero por lo menos sus orejas se mantienen calientes.
Ese popular diseño militar pronto se convirtió en un clamoroso éxito también entre los sombrereros civiles soviéticos. La mayoría de los hombres soviéticos tenían por lo menos uno, hecho de piel de pelo largo, piel de ciervo, de castor u otros materiales.
A mediados de los 70 surgió un competidor: el llamado petushok (literalmente “gallo”). Estos gorros de lana, altos y plantos, parecen una cresta de gallo, de ahí su nombre. Muchos llevaban bordada la palabra sport, o estaban decorados con motivos de abetos o renos. También podían llevar un pompón o una borla en la punta.
El diseño del petushok se hizo tan icónico que incluso pasó a formar parte del uniforme olímpico del equipo nacional ruso en los JJ OO de Vancouver en 2010.
Otro popular sombrero ruso es la kubanka, llamada así por la provincia de Kubán, situada al sur. El diseño llegó a Rusia desde Asia Central y el Cáucaso: los cosacos rusos de Kubán fueron los primeros en apreciar su valor. Una kubanka clásica (y su variante llamada papaja) es un sombrero redondo, plano por arriba, hecho de suave piel de cordero karakul.
Las kubankas confeccionadas con piel de pelo largo, como zorro negro, eran un precioso accesorio a la última moda, deseado por toda mujer soviética. Se hizo popular en la comedia Ironía del destino, que todos los canales rusos se ven obligados a emitir más de una vez cada Navidad, en honor de una tradición inveterada.
Las kubankas siguen estando de moda. Muchas mujeres rusas han heredado una de su madre, que solía guardarla encima de un gran tarro de cristal, para que mantuviese su forma y no se dañase la piel. Las kubankas se pueden llevar con abrigos clásicos o de colores llamativos al estilo de los años 60, siempre y cuando estos abrigos no lleven un cuello de piel. La combinación de cuello y sombrero de piel está considerada un error de estilo entre las fashion victims rusas, aunque nada puede superarla para mantenerse abrigado.
La ushanka, sin embargo, no muere sin luchar. Es más, ha conseguido entrar en las colecciones de invierno de diseñadores tan famosos como Paul Smith, Bally o Ralph Lauren. La colección 2013-2014 de Chanel también incluye gorros parecidos a la ushanka, hechos de piel teñida de colores brillantes. © rbth